Tema 2021: Un llamamiento a la justicia social en la economía digital
La economía digital está transformando el panorama laboral. Durante la última década, la expansión de la conectividad de banda ancha, la nube informática y los datos han llevado a la proliferación de plataformas digitales, que han penetrado en varios sectores de la economía y la sociedad. Desde principios de 2020, las consecuencias de la pandemia por COVID-19 han propiciado acuerdos de trabajo a distancia y han permitido que la actividad de muchas empresas pueda seguir adelante, reforzando aún más el crecimiento y el impacto de la economía digital. La crisis también ha puesto al descubierto y exacerbado la creciente brecha digital entre los países desarrollados y los países en desarrollo, y entre los propios países; en particular, en lo que respecta a la disponibilidad, asequibilidad y el uso de la información, las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) y el acceso a Internet, lo que ha agravado las desigualdades existentes.
Si bien es cierto que las plataformas laborales digitales ofrecen a los trabajadores oportunidades de generar ingresos y beneficios derivados de los arreglos laborales flexibles, en particular para las mujeres, las personas con discapacidad, la juventud y los trabajadores migrantes, también plantean algunos problemas.
Para los trabajadores, estos problemas tienen que ver con la regularidad del trabajo y los ingresos, sus derechos a unas condiciones de trabajo justas, la protección social y un nivel de vida adecuado, la utilización de las aptitudes y el derecho a formar parte de los sindicatos. Las prácticas de control algorítmico, que en algunos casos aumentan la vigilancia en el lugar de trabajo, también son motivo de creciente preocupación. Las consecuencias de la pandemia por COVID-19 están exponiendo los riesgos y las desigualdades de los trabajadores que trabajan en plataformas basadas en la ubicación.